(foto Punto y Aparte)
Por Dino Cappelli El Instituto Nacional de Colonización se ha convertido de un tiempo a esta parte en la institución referencial del nuevo orden del campo uruguayo. Nuevos colonos, nuevas colonias. Más énfasis en la lechería, mayor radicación de familias en el campo. Orientación de dinero estatal en créditos y capacitación, a la vez que expedientes electrónicos que han permitido un seguimiento personalizado de cada caso
En resumen, es lo que comienza diciendo el Ing. Agr. Leonardo Piedra Cueva a PUNTO Y APARTE, en su carácter de coordinador regional para Durazno y Florida con sede en Sarandí Grande.
“En realidad este año vamos a tener bastantes llamados para adjudicar fracciones, tanto en Durazno como en el departamento de Florida. El Instituto ha hecho opción por compra según el artículo 35 de campos en el departamento de Durazno, hemos recomprado algunas fracciones de propietarios colonos que la pusieron a la venta, y como se presentaron candidatos que no tenían el perfil de colonos, el Instituto analizó la situación y optó por recomprar esas fracciones”. Los llamados, una de las instancias que esperan con más expectativa los futuros colonos, se estarán dando en el corriente mes de febrero y también hacia marzo 2014. A modo de ejemplo, a fin de año se compraron 1500 hectáreas en Mansavillagra, un campo agrícola – ganadero con una represa. Allí se analiza por parte de los técnicos del servicio de planificación de Colonización para definir el destino del mismo: si ganadería, si lechería.
Mansavillagra, cercano a Timote, es una de las opciones. Pero hay más. En 2013 se realizó opción por compra de un campo en Capilla Farruco y Ceibal (departamento de Durazno), “con medidas judiciales el tema está medio trancado en el Juzgado, y por ello no hemos tomado posesión aún del mismo. Lo retomo al tema porque lo había anunciado, que el Instituto había hecho opción por dicho campo y mucha gente ha llamado preocupada por ese tema, a ver si salía el llamado. Vamos a esperar un poco más”, comenta Piedra Cueva.
Otros campos
La entrega de campos de aquellos colonos que se jubilan también es una opción para obtener nuevos predios. Así se realizarán dos llamados. Uno de 255 hectáreas para lechería, en paraje La Cimbra (cerca de Sarandí Grande) y otro de 70 hectáreas, campo ganadero que se pretende desviar hacia lechería. “Allí haremos alguna infraestructura para que los campos puedan sacar leche. Tampoco tenemos claro cómo vamos a trabajar en tal sentido, si lo vamos a dar así y pedirle al colono que haga la inversión o de que manera lo vamos a realizar. Pero sí está definido que sean destinados a lechería”.
Colonia Francia es otro lugar donde se recuperan campos, también campos ganaderos con potencial agrícola –uno de 160 hectáreas y otro de 60-; al igual que Timote (124 hás) donde un productor se acoge al programa de estabilidad del lechero. Con todo por hacer, algunos campos necesitan la construcción de viviendas y sala de ordeñe.
La consulta surge por necesidad. ¿Puede un colono aspirar a una forma de vida familiar en el campo con 70 hectáreas, o con 120 hectáreas?.
El Ing. Piedra Cueva lo responde en forma afirmativa. “En realidad el Instituto ha optado por una óptica, en el sentido de que no podemos resolver los problemas personales del productor. Se ha tratado de beneficiar a productores agrupados. Con tal criterio se han tratado de elaborar proyectos asociativos, donde participen varios productores. Esto tiene complejidades al momento de gestionar en grupo, pero es un mecanismo que se ha encontrado para dar mayor respuesta a más beneficiarios. Cuando hacemos un llamado a una fracción, depende de su superficie y estructura, el perfil que estamos buscando. No es lo mismo que un productor de 30 vacas se presente a 130 hectáreas, a que se presente a 70. Nosotros hacemos un análisis del patrimonio de cada colono y de las posibilidades reales de producir esa fracción. Se eligen los perfiles y nos fijamos si es joven, con familia a cargo, que puntúa más. Pero también ver la posibilidad real de pago que tiene”
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